Es necesario que tú des frutos, es necesario que de tu vida florezcan muchas cosas, entre ellas: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
Entonces les contó esta parábola: Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada. Así que le dijo al viñador: "Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?" "Señor —le contestó el viñador—, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela." Lucas 13:6-9
En esta historia el dueño de la viña es Dios. El viñador, el que cuida la viña, es Jesús, y el árbol representa los hijos de Dios (Nosotros). Dios tiene toda la razón para esperar que sus hijos produzcan buen fruto. En ocasiones no producimos los frutos que Dios espera de nosotros, pero tenemos a un Dios amoroso y perdonador. Al igual que el dueño de la viña que le dio a la higuera una segunda oportunidad, Dios no da a segunda oportunidad también y es importante el que sepamos que no tenemos que hacerlo solos. El que cuida la viña ayudó a la higuera trabajando la tierra y añadiendo abono. Cuando permitimos que Jesús trabaje en nuestras vidas, él nos ayudará a producir la clase de fruto que Dios espera de nosotros.
En estos versículos se evidencia que tenemos un Dios amoroso que nos da segundas oportunidades. A pesar de que muchas veces no estamos produciendo los frutos o no estamos llevando la vida que Él quiere que llevemos, Él en su inmenso amor decide darnos una segunda oportunidad.
Algo muy importante que no debes dejar pasar por alto, es que esa segunda oportunidad que Dios te da es valiosísima. Es muy importante que tomes esa nueva oportunidad y hagas algo grande. Sea el área que sea, tienes que darlo todo en esa segunda oportunidad.
La Biblia está llena de historias de personas que recibieron una bendición de parte de Dios, luego lo arruinaron todo, y luego recibieron una “Segunda oportunidad” para poder hacer las cosas bien. Entre estos personajes se encuentra: Moisés (quien es salvado de morir ahogado, pero al crecer mata a un hombre; pero Dios le da otra oportunidad de rescatar a los Israelitas, y lo hace con excelencia), Gedeón (recibe un mensaje para salvar a los Israelitas, pero él no lo cree del todo; y Dios le da prueba tras prueba hasta que lo cree y por fin Gedeón lo hace) David (elegido para ser Rey, pero tiene un romance prohibido; Dios lo perdona y le conserva su corona, y David sirve a Dios en gran manera).
Dios te muestra cada día de tu vida como es Él (amoroso y misericordioso al permitirte vivir un día más) y a través de su Palabra te muestra como debes de comportarte, Romanos 1:18-20. Pero todo eso no importa, continuamos comportándonos en forma egoísta y hacemos de cuenta que Dios no es tan importante y pecamos contra Él. PERO Dios te da hoy otra oportunidad, una oportunidad para arrepentirte de todo aquello que no le agrada a Él, recuerda que Él envió a su hijo a morir por nuestros pecados; ahora es el momento de LA SEGUNDA OPORTUNIDAD, tómala y comienza a vivir para Él.
No desperdicies esta segunda oportunidad que se te está dando.
Tu segunda Oportunidad
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